Social Icons

miércoles, 28 de marzo de 2012

EL CUADRO

[noticia_8491_normal.jpg]

Cuando mis amigos me preguntaron por qué había quemado el cuadro tuve que responderles con otra pregunta:
¿Alguno de ustedes ha sentido alguna vez cómo que los ojos de un cuadro o una foto te sigue a dónde vas?

Exactamente eso fue lo que me ocurrió hace un par de meses cuando un domingo en la tarde entré en la galeria de arte y antiguedades, Soleil.  Entré por desidia, estaba aburrido y me dispuse a contemplar las obras de arte. Un cuadro en particular llamó mi atención, "El Niño Lloron", por Bruno Amadio.  Me detuve un largo rato ante este rostro tan hermoso.  A pesar de sus lágrimas había algo cautivante en su mirada; una mezcla de tristeza, súplica, y abandono.  Mientras avanzaba por el salón pude ver por el rabillo del ojo que me miraba, le devolví la mirada. Esos ojazos azules, intensos, me llamaban, me perseguían, no podia dejar de mirarlos. ¿Querrían decirme algo?  Nunca me había ocurrido algo semejante.  Dicen que cuando el artista pinta un cuadro plasma sentimiento, lo que siente en ese momento, o lo que quiere trasmitir.  Es cierto, no me pude resistir, lo compré.

Desde que lo colgué en mi habitación su mirada se tornó mas intensa. Durante el día sus ojos eran como cuchillos que se clavaban en mi alma. En las noches sentía el llanto de un niño y cuando encendía la luz y miraba el cuadro sus ojos llorosos replandecían.  En una ocasión, sentí una gota de agua caer sobre mi frente, supuse era una lágrima.  Aterrorizado, llamé a la galeria de arte y antiguedades dónde lo compré y me contaron que el cuadro tenía una leyenda. El "niño llorón" fue pintado en un orfanato  que luego se incendió, no pudiendose salvar el  espirtú del pobre niño quedó atrapado en el cuadro. El artista pintó una colección de 27 "Niños Llorones", siendo este el más cotizado. El pintor pretendía mostrar el horror de la guerra en las lágrimas de los niños desdichados y huérfanos.  En  los años 50 fueron muy populares, pero al final de los 70 se extendió como polvora rumores y testimonios de la mala suerte que atraían los cuadros.  Según el propietario de la galería tenía dos opciones, o quemar el cuadro o trasmutar el sentimiento de abandono y miedo del niño por sentimientos de amor y aceptación. 

18 comentarios:

  1. ser seguido por la muda mirada de un niño llorando, es una sensación que no quiero sentir
    saludos (muy interesante entrada)

    ResponderEliminar
  2. ese cuadro lo tenía mi abuela, siempre me causó una sensación de intranquilidad, ahora veo el porqué; también lo hubiese quemado, además es como muy golpe bajo un niño llorando mmmm no da. Muy bueno el texto.

    abrazos totales.

    ResponderEliminar
  3. He oido yo tambien esa historia. Yo tambien me hubiera deshecho de él, vengo de las tierra de las meigas y por si acaso....
    bicos.

    ResponderEliminar
  4. Muy impresionante relato, ¿quién lo escribió? Yo no soportaría ver a un niño llorando, ni en pintura, quizá sea lo que más estruje un corazón.
    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Siempre que me quedo mirando fijo una fotografía o un cuadro acabo percibiendo algún tipo de movimiento en su interior, de todas formas hasta ahora no he prendido fuego nada.

    Conmovedora historia, un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Cuando era niña en casa también había un cuadro de niño llorón. No lo supe, hasta ahora que te leo, porque nunca me gustó esa imagen...

    ResponderEliminar
  7. Qué bien escrito Marilyn. Y como siempre, qué inquietante. Ya había oído antes la historia de los niños llorones, pero recordarla me ha puesto los pelos de punta...

    ResponderEliminar
  8. No conocía la historia, es triste e inquietante.
    Besitos

    ResponderEliminar
  9. Hola es preciosa tú historia, no la había yodo y no recuerdo este cuadro y es una pena porque es precioso, cuanto dice esa mirada triste y esas lagrimas
    Pase a desearte un feliz día
    Te mando un fuerte besazo

    Un abrazo

    http://nsa22.casimages.com/img/2012/03/29/12032901132999996.gif

    ResponderEliminar
  10. Tiene que ser doloroso ver esos ojos mirando con una inmensa tristeza.
    No sabía esta historia de niño llorón.
    Me ha conmovido.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Hola que hermosa entrada, yo había oído algo de esos cuadros, donde se plasma todo el sentimiento de un niño triste, como perdido, sin unos padres que le abracen, me ha gustada saber todo la historia. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Hace unos cuantos años se habían puesto de moda dos pinturas bastante similares: el niño llorón y el payaso llorón. Estas reproducciones las vendían en plazas y lugares de veraneo algunos pintores que hacían sus buenos dinerillos con ellos. A mí siempre me parecieron -por tal razón- unas pinturas ordinarias y detestables.
    No así con el relato que nos regala Marilyn, que está maravillosamente llevado y que muestra la calidad humana del protagonista de la historia. Por algo sentiría esa manía persecutoria...

    ResponderEliminar
  13. Hola Marylin!

    Precioso relato y preciosa retrato!

    Desearte unas tranquilas Pascuas.

    ResponderEliminar
  14. Tuve uno de esos cuadros y se perdió entre mudanzas y mudanzas, ¡Menos mal! No sabía de la leyenda. El cuadro que tenía es este mismo que estas presentando. Debe ser sugestión pero ahora me cuesta mirarlo.

    Tamally maak

    ResponderEliminar
  15. Tengo 21 años, y siempre tuve la duda, mi tía tenía un cuadro de un chico así, le pregunté ya de grande y según ella no se acuerda. Ahora que veo esta imagen me recordó a ese cuadro, era este mismo, desde mis 3 años de edad que vi ese cuadro hasta mis 21 que siempre quise saber por qué esa imagen me llamaba tanto la atención y por qué lo recordaba tanto... ahora entiendo... que suerte que mi tía no lo tiene más!!!

    ResponderEliminar
  16. guau me conmueve tu comentario yo soy dibujante y siempre he tenido esa duda de por que todo lo que dibujamos lo tenemos que sentir es muy buen dibujo el que lo dibujo sentía mucho dolor y coraje pero también ala vez un sentimiento acumulado pero bueno siempre ay que ver los cuadros tristes como un punto de motivación no un motivo de amenaza pero tu relato me sorprende excelente compañero cuídese

    ResponderEliminar
  17. hace unos años conoci a una persona que tenia dos cuadros de niños colgados en su casa, la verdad me causo una sensacion muy rara ver los retratos y uando la visitaba procuraba no voltear a verlos y no le dije nada de ellos, hasta que mi amistad sola se entero de la historia de los cuadros,y descubrio que efectivamente estaba firmados por ese pintor y decidio quemarlos, aunque a ella siempre le habian gustado prefirio no tentar a la suerte,,, que cosas no?

    ResponderEliminar