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miércoles, 4 de septiembre de 2013

LA CADENA





Constesté el teléfono, era Carmen, la vecina del segundo piso. Aterrorizada me dijo haber recibido una llamada de su vecina, Gloria, la del tercero, quien a su vez habia recibido una llamada de Eva, la de cuarto, quien recibió una llamada de Miriam, la del quinto, quien le dijo que recibió un mensaje de texto de Petronila, quien vive en el décimo piso, haciéndole saber que unos hombres encapuchados la tenían amordazada y secuestrada. Según Carmen, como yo vivía en el primero, mi misión era cruzar donde el vigilante e informarle de la tragedia. Además como tenía cierta amistad con los hijos de Petronila, avisarles de lo que decía el mensaje de texto. Presa de miedo y nerviosismo, finalmente me pude contactar con Pedro, el hijo mayor de Petronila, quien me dijo que había logrado entrar al dormitorio de su madre y que esta no había sido amordazada o secuestrada por hombres encapuchados, sino que se había tomado una pastilla para la jaqueca que le había causado alucinaciones.

7 comentarios:

  1. Todo cuando pasa de boca en boca va creciendo, lo mejor siempre es ir directo al punto inicial (si se puede) y tratar de resolverlo.

    Besos Marilyn

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  2. ¡Menos mal que no fue tan grave la cosa! Un abrazo.

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  3. Me parece que el hijo de Petronila está dejando pastillas "raras" junto a los analgésicos, que bueno que el final no fue trágico.

    Saludos.

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  4. Jejeje. Más vale así.
    Voló con la imaginación dejando al descubierto, tal vez, una carencia que sentía?.
    Un abrazo.

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  5. Pues debió de contagiarse a todo el mundo.
    ¡Estas alucinaciones!
    Un abrazo.

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  6. Bueno, pero es casi lo mismo, digo, el mensaje siempre llega deformado.

    Saludos

    J.

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  7. ¡¡¡ Jolines!!! Y yo preocupada pensando en tan larga cadena que podía hacer que la pobre vecina pasara a mejor vida, ya le vale. Mucho suspenso y mas para mí que no abro la puerta de la calle ni a mi padre, que en paz descanse hasta que yo llegue…
    Me ha gustado tu entrada. Un beso.

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