¿COINCIDENCIA?

En el año 1882, encontrándose en Paris, Adolfo y Fernando entraron a una librería para comprar unos libros usados. Estudiantes al fin ,el dinero no les alcanzaba para mucho.  Fernando trataba de conseguir una rebaja, mientras Adolfo hojeaba el libro en cuestion. Mientras lo hacía, de entre una de la páginas  cayó un papel amarillento doblado. Disimuladamente lo abrió, y leyó lo siguiente:

30 de Enero, 1494

Querido Hijo;

"Recibirás esta carta el día en que cumplirás 21 años. Espero que estés bien. Cuando vayas a Concepción de la Vega te veras con una anciana india que me atendió cuando yo estuve efermo,

Sé bueno con ella. Espero que llegues a ser el director espiritual y cabeza de gobierno de esa isla de Santo Domingo, la cual tanto he querido"

firma,

Cristóbal Colón

Adolfo palideció,y subítamente, preguntó, ¿Cuánto desea usted por el libro? Entregó el dinero al propietario y llevándose el libro hizo una seña a Fernando y apresuradamente salieron del lugar. Sentándose en el parque, Fernando leyó  lo carta. No lo podía creer, ese mismo día era el cumpleaños de Adolfo y Concepción de la Vega era un pueblo muy familiar para ambos. El hecho de que la carta fuera escrita a puño y letra por Cristobal Colón a su hijo Diego, en vísperas de su natalicio, y que fuera encontrada por Adolfo, precisamente el día, de su cumpleaños, no era una coincidencia, sino un misterio. Adolfo quedó tan impresionado y conmovido que fijó en su mente la idea de ser lo que la carta decía, ¡Y lo fue! 

En una ocasión, treinta años más tarde, cuando Adolfo era sacerdote en Concepción de la Vega, República Dominicana, conocío a una anciana india que mirándole predijo lo escrito por Cristobal Colón.  El Dr.Adolfo Nouel y Bobadilla  llegó a ser Monseñor  (guía espiritual) y Presidente en la Republica Dominicana. 

La carta escrita por Cristobal Colón a su hijo Diego, quien posteriormente fuera Virrey de la Hispaniola, había sido enviada a traves de Antonio  De Torres y debió de haberle llegado para su cumpleaños. Al parecer, por olvido o sabe Dios por qué otra razon fue guardada dentro del libro que Adolfo Nouel  compró en aquella librería en Paris.