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miércoles, 27 de junio de 2012

EL COSTAL

Fear Pictures, Images and Photos

El hombre del costal pasaba todos los días por el barrio, o muy tempranito en la mañana o al atardecer.  La gente grande, gritaba -"¡Corre, corre entra en la casa!". Según ellos dentro del costal el hombre llevaba una colección de niños que recogía en las calles: aquellos que no querían comer, los que no deseaban bañarse, los que decían malas palabras y mentían, los desobedientes. Vestía overol de mezclilla con unos bolsillos enormes donde tenía un machete y golosinas para engatusar a los niños, un gorro de estambre negro y caminaba con tenis para no hacer ruido. Era perverso, despiadado y muy hábil; acechaba en todos los rincones oscuros: en casas abandonadas, detras de los basureros, debajo de escaleras, en las azoteas, en fin en el lugar que menos uno esperaba. Cuando cazaba los niños los troceaba, los metía en el costal y se los llevaba para guisarlos en un caldero. Yo tuve suerte por que siempre fui un niño bueno y obediente hasta que se me metió en la cabeza algún día vengar la muerte de tantos niños. El momento llegó cuando cumplí doce años.  Un atardecer, lo aceche, lo perseguí durante horas hasta su casa, y cuando se inclinó para poner el costal en el piso mientras abría el portón de madera aproveché y le di por la cabeza con un ladrillo. El hombre cayó al piso inconsciente. De inmediato abrí el costal para liberar a los niños.  No lo podía creer, lo que había allí eran cocos secos. El hombre empezo a moverse; salí corriendo. Con la cabeza ensangrentada me correteó como lagartija por un matorral. Logré escaparme, llegué al barrio y le conté a todos mis amigos pero nadie quiso creerme. Ahora dicen que el hombre del costal me llevará por mentiroso. 

12 comentarios:

  1. DE pequeña me amenazaban con el "hombre del saco", y veo que esa costumbre estaba muy extendida. Bonito relato.

    Un abrazo

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  2. Que nervios jejeje.Estupendo relato y de los que dejan a uno pensando y...si le hubiera dado más fuerte con el ladrillo?

    Un abrazo Marilyn

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  3. aupa, hay que correr ¿quien no ha mentido?
    saludos

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  4. Hola Marilyn

    Vaya cuentito...que me remonta a mi infancia a pesar de haber pasado ya unos cuantos lustros.
    "Sabía" que existía pero no tan cercano, porque nunca faltó ningún niño en el barrio.

    Siempre un gusto leerte
    Saludos

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  5. Por mis islas lo llamamos "el hombre del saco" y como todas las leyendas tiene defensores y detractores, soy de los segundos, nunca me ha gustado meter miedo a los niños y menos utilizando personas reales, que luego pasa lo que pasa.
    Saludoss!!!

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  6. En todas las infancias hay un "hombre del costal", con sus distintos apodos. ¡Tu cuento le hace justicia literaria, Marilyn!

    Un abrazo!

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  7. Marilyn:
    Muy bueno tu cuento sobre el hombre de la bolsa.
    Pobre tipo, se ligó un ladrillazo en la cabeza, sin comerla ni beberla; y todo por culpa de las supersticiones populares.
    Me causó mucha gracia; pues el protagonista se la tenía jurada y esperó a tener la edad suficiente como para atacarlo.
    La historia es completamente creíble: los niños se convencen con facilidad.
    Un gran abrazo.

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  8. Buena historia Marilyn, como siempre. Gran frase y conclusión final. La fantasía de los niños y no tan niños :) . Un abrazo.

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  9. Por acá se le llama viejo de la bolsa y todos sufrimos de temor cuando nos amenazaban con él.
    Hoy se apagó ese mito.

    Un abraxo

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  10. Hola he llegado hasta tu rincón y con tu permiso me gustaría quedarme.
    Un saludo

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  11. ¡El hombre del saco! Siempre se me eriza la piel con tus relatos, muy bueno Marilyn. Un abrazo.

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  12. A mí también me hablaban de esos hombres del saco. Jolines, ¡qué miedo!
    Un abrazo.

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