Era un frío día de invierno, monótono y silencioso, en el que sólo se escuchaba, a lo lejos, el silbato de un tren. Pablo, se paró de la cama con desgano y fue directo a prepararse un café, no sin antes tropezar con uno de sus zapatos que se encontraba medio a medio del recien alquilado cuchitril. Al chocar contra la pared, se percató de que alguien había dejado una carta debajo de la puerta. El remitente decia Equis Suarez, de inmediato arquendo una ceja, y con cierta ansiedad rasgó el sobre y mientras leía, su rostro fue adquiriendo cierta palidez mientras que sus ojos, como queriendose salir de sus órbitas, no querian dar crédito a lo que estaba leyendo. Una confusión de recuerdos vinieron a su memoria; nervioso y trémulo advirtió que la mano que sostenía la hoja temblaba ligeramente, y su primer impulso fue arrojarla sobre la cama como si fuera un llama ardiendo. Aspiró profundamente en un intento de calmarse y poner en orden sus caóticos pensamientos. Luego, al espirar, reflexionó friámente- A lo hecho, pecho- y entre sorbos de café fue elaborando la estrategía a seguir para salir airoso, una vez más, de la laberíntica realidad que lo agobiaba. -Curiosa coincidencia-, se dijo; -esta historia comenzó y concluía en el mismo lugar en que estaba sentado ahora, en un fría mañana de diciembre, con el silbato de un tren, y una carta.
Sin pensarlo más, salió cargado con su mochila de pertrechos y se dirigió a la estación de tren. Eran ya las 11:00 am; segun la carta le tomaria seis horas llegar al hotel donde se hospedaba, la nueva victima, Tobias Melendez, su viejo amigo de infancia. Por un momento, los recuerdos lo traicionaron, pero desapasionadamente y apresurando el paso, se preguntó -¿Quién era él para cuestionar o transgredir una orden? Era su trabajo. Sólo así podía cobrar $3,000 que le permitiría vivir holgadamente otros dos meses más.-
Por mis viejos amigos de infancia nadie pagaría ni un euro por verlos muertos.
ResponderEliminarBesos.
Se enseña y se aprende a no tener escrúpulos, ello da un carácter realista a tu buen relato.
ResponderEliminarsaludos
Tremenda esa falta de respeto por la vida ajena de algunos.
ResponderEliminarBesos.
Un escrito muy profundo aterrador.
ResponderEliminarBesos que estés muy bien amiga.
Pobre Pablo.. ha dejado de ser persona para sobrevivir.. Cómo puede matar a otro ser humano que además es parte de su vida? ..
ResponderEliminarDebe ser muy duro ..
Un fuerte abrazo.
Así de lamentable y cruel es la actitud de estos seres. Buen relato.
ResponderEliminarSaludos.
Y no tengo dudas de que
ResponderEliminarhay varios sicarios dando vuelta por ahí
Quizás no tan barato.
Que buenas las frases al final del primer párrafo
haciendo un bucle genial dentro del texto.
Abrazos y besos
(Te dejo mis huellas para que
encuentres el camino hasta mi casa)
Tamally maak
Los sicarios no deben tener sentimientos para poder hacer bien su trabajo.
ResponderEliminarSaludos.
Has expresado muy bien y me has sabido situar en el lugar que relatas. Me ha gustado leerte. Te tendré "vigilada".
ResponderEliminarBesos.
Joker
Mis saludos, estimada Marilyn:
ResponderEliminarProfundo e impactante es éste relato, estimada colega, y, para mí, mucho más que aterrador es aleccionador, pues así de sarcástica y burlona suele ser la vida, te coloca siempre en los lugares y situaciones más inesperado. Me encantó.
Abrazos tiernos, Marilyn querida, pa'lante siempre.
Da frío pensar que vas a más a matar a tu mejor amigo y lo vas a hacer por dinero. Muy duro, para sentir escalofríos.
ResponderEliminarUn saludo.
qué circunstancias hacen que el hombre lucre con el hombre, con su vida, con su existencia
ResponderEliminarsed de venganzas, negocios, honor, apuestas, sed de justicia, ambición, avaricia, celos,pasiones, poder, obediencia, temor etc etc etc
es un relato muy bueno, real, y desnudo, vivimos en una sociedad en donde ponerle precio a la cabeza de alguien aún se estila y hasta patrocinado por grandes gobiernos
un abrazo grande
letras profundas nos regalas querida y admirada escritora, besinos miles de esta amiga agradecida por hacernos participes de tus letras.
ResponderEliminarNo le duele la vida de nadie. Un día le llega su momento y llora, implora.
ResponderEliminarUn saludo.
Marilyn
ResponderEliminarEres muy buena escritora, nos muestras una enseñanza, la manera como ve la vida un sicario, no tiene sentimientos, no tiene valores.
La amistad es algo muy valioso, es un tesoro y hay que respetarla.
Abrazos desde Santiago de chile
Con amigos así, no necesito enemigos!
ResponderEliminarSuerte.
Besitos de Arte.