sábado, 12 de noviembre de 2011
EL MISTERIO DE "EL PRINCIPE"
Cuando mi amigo Pedro me contó sobre el personaje que a continuación les describo pensé que era un cuento de camino. Pero, al paso de los años tuve la oportunidad de conocer a Javier Alejandro Contreras alias "Jaleco", y era tal cual como me fue descrito.
En un pueblo no lejos de la ciudad había un colmado denominado El Príncipe. Este establecimiento estaba muy bien surtido. Tenía un mostrador amplio y estantes repletos de productos enlatados y bebidas alcohólicas; en el suelo sacos con legumbres, patatas, cebollas, frijoles, y frutas exhibían la calidad de los productos que ahi se vendían. Adornando la puerta principal habia una herradura, cuatro pencas de sabila y una guirnalda de ajos. Jaleco, su propitario, ponía mucho esmero en la higiene y abastecimiento de productos, pues todos los lugareños compran ahí. Hasta ahí todo muy bien, a simple vista cualquiera diría que la gente compraba en El Príncipe por la dedicación y largas horas que su propietario invertía en el negocio; pero ahí radicaba el misterio.
Jaleco era terriblemente antipático, antisocial y adusto, parecia odiar a todos. En vez de ser afable con los clientes los insultaba. Si por casualidad un cliente iba mas de dos veces en busca de un producto, Jaleco ponía mala cara y exclamaba, ¿Qué es lo que tanto vienes aquí, eh? ¿Por que no te vas a otro colmado? Era tanta la sorpresa de los clientes al principio, que se quedaban mudos. De boca en boca corrió el rumor y la gente iba expresamente a comprar varias veces al día para comprobar el mal humor de Jaleco. En ocasiones Jaleco de maldad llegaba tarde y cerraba temprano o viceversa y la gente hacía cola esperándole. Habían otros establecimientos pero la gente gozaba escuchando las palabrotas y el mal humor de Jaleco; sencillamente lo adoraban. Así pasaron los años y hoy Jaleco, es muy rico, y se cree un príncipe.
Algunos alegan que compran donde Jaleco porque el pueblo es aburrido y monótono y en Jaleco encuentran entretenimiento. Otros, comentan que la herradura, las pencas de sábila y la guirnalda de ajos detras de la puerta del establecimiento es un hechizo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Apostaría por lo del hechizo.
ResponderEliminarEs la única forma de entender que no lo hayan matado.
Besos.
Eso que relatas es una leyenda que permanece viva en nosotros los latinoamericanos.
ResponderEliminarY si le llamas colmado a los lugares de ventas al detalle, creo saber de donde eres...
Un saludo.
La estrategia le funcionó de maravillas..
ResponderEliminarSaludos muchos.
Es una forma de hechizar a la gente, en este caso con malos humos.
ResponderEliminarUn saludo.
Quizás el mal humor sea solo una estrategia o el hechizo, nunca se sabe.La mente de la gente siempre es un misterio. Pero ea lo que sea le funciono a la perfección.
ResponderEliminarCariños....
Creo que era la entretencion en ese pueblo, cada día traia algo nuevo.
ResponderEliminarY del hechizo? pues... Según su fe sería hecho ;-)
Besitos de Arte.
tomo nota: herradura, sábila y ajos.
ResponderEliminarMarilyn, vine a retribuirte la visita y me encontré con una entrada magnífica, bien narrada, con intriga y resolución. Una sorpresa agradable.
ResponderEliminarY encima veo muchos amigos por aquí.
Espero que no perdamos el contacto.
Un beso.
HD
Es que hay gente que le gusta que la traten mal, pese a los hechizos... un colmado para masoquistas.
ResponderEliminarMe vuelco por lo del hechizo
ResponderEliminarNo creo que sea un imán la mala conducta
No conocía el uso de la palabra colmado.
Acá en Argentina se les decia
Almacen de ramos generales
lo que en USA se conoce como General Store
Creo que es lo mismo
Muy curiosa la historia
con mucho sabor a pueblo
Tamally maak
he disfrutado!
ResponderEliminarmuy buen relato,
saludos
Yo tambien apostaría por lo del hechizo, pues de otra manera no le encuentro explicación al éxito de Jaleco. Un buen relato Marilyn y bien narrado. Gracias por tu visita a mi blog cajón secreto y por tu comentario. Yo tambien te sigo.
ResponderEliminarUn abrazo
Debían estar muy aburridos todos en ese pueblo.. yo ni con hechizo entiendo que la gente acudiera a escuchar groserías..
ResponderEliminarQué mundo más raro!!
Un abrazo.