domingo, 25 de mayo de 2014
EL COMENSAL INESPERADO
Una mosca negra tornasol se posó sobre mi plato de arroz con leche. Sin perderla de vista, tomé el mata mosca que tenía cerca y me preparé para embestirle un golpe mortal. Pero el insecto me miró con los ojazos, tristes, como pidiendo clemencia, y el sentimiento de culpa me detuvo. Cuidadosamente acerqué un plato vacío y dentro de él coloqué una cucharada del dulce para compartirlo con ella. La mosca permaneció inmóvil, frotándose las patas. Comprendí, la mayor porción era para ella.
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Cada vez que te visito me voy satisfecha, siempre logras sorprenderme Marilyn.
ResponderEliminarBesos
Una delicia pasar por aquí y leer tus relatos cortos. Que tengas feliz semana. Un abrazo
ResponderEliminarUn relato conciso pero con un final inimaginable.
ResponderEliminarUn saludo.
Áteme usted esa mosca por el rabo!
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