sábado, 3 de noviembre de 2012
EL PISO DE ARRIBA
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Me despertó el escándalo en el piso de arriba. Pero, si nadie vive ahí, está vacio. ¿Acaso serán ratas las que hacen ruido? ¡PUM PUM! Golpeé fuertemente la pared. Después de un largo silencio, la respuesta no se hizo esperar, ¡PUM! ¡PUM! ¡PUM! No pegué el ojo en lo que quedó de la noche, estaba aterrada. Al día siguiente comprobé lo que ya sabía, el piso estaba desocupado.
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¿Seguro que se habían marchado?, no estaría muy seguro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nunca se sabe quien o qué hay tras el techo, tras las paredes de la casa vecina. Y quizás, sea mejor no saberlo.
ResponderEliminarUna pequeña histora :
Juan trabajaba hasta pasada la medianoche en un bar de la ciudad. Tenia la extraña costumbre de lanzar los zapatos contra la pared cuando se desnudaba en su habitación. Un buen día, se encontró a su vecino esperándole al salir de casa.
- Juan, le rogaría que no lanzase los zapatos contra la pared cuando regresa por las noches, ya que me despierta con los golpes.
- Discúlpeme, lo siento. No volveré a hacerlo, si eso le molesta.
Aquella noche, Juan se desvistió para meterse en la cama. Lanzó el primer zapato contra la pared, y entonces recordó la conversación matinal con el vecino. Se quitó el segundo, y lo dejó silenciosamente en el suelo.
Al día siguiente, al salir de casa, Juan volvió a encontrase al vecino. Juan le dedicó una sonrisilla de compromiso
- ¿ Que tal ha dormido esta noche, vecino ?.
- No he podido cerrar los ojos en toda la noche, esperando que usted lanzase el segundo zapato.
Un beso.
¡Menos mal que en mi casa no hay piso de arriba! jajaja...Claro que también podría ser la habitación contigua.
ResponderEliminarLa historia de Rodericus me ha gustado mucho. Me ha hecho sonreír.
Un abrazo
Un micro intrigante, los fantasmas que habitan las casas vacías...
ResponderEliminarMuy lindo relato y el agregado de Rodericus es fantástico.
Abrazos cálidos.
Que buenos estos relatos tanto el tuyo cómo el de Rodericus.
ResponderEliminarPor lo menos uno ya se sabe quien es el que da los golpes.Pero...quien sera el que da los otros...:)En el piso de arriba?
Un abrazo Marilyn.
Ps:voy a leer este cuento luego te comento.
He disfrutado leyendo este cuento "Canelita".
ResponderEliminarPrecioso final.
Un abrazo.
Interesante relato, quién habita en las casas vacías es un misterio, afortunadamente no tengo piso arriba ni casa contiguas, excelente también el de Rodericus.
ResponderEliminarBesos linda
Querida amiga Marilyn!
ResponderEliminarPerdoa-me a invasão de seu espaço, mas o achei na na Net e resolvi visitá-la. Seu Blog. é muito lindo e de maravilhosos conteúdos. Seus textos são bastantes interessantes e convidativos. Li alguns e gostei. Está de parabéns!
Beijos de luz!!!
POETA CIGANO - 04/11/2012
http://carlosrimolo.blogspot.com
Boa tarde, amiga Marilyn! Adorei conhecer o seu blog mesmo com o « tecto caído»:)
ResponderEliminarBeijinho amigo.
Tecas
http://coracaoentrepalavras.blogspot.com
tapones en las orejas y lista!!, para qué ir investigando por ahí, qué miedo!!!
ResponderEliminarun beso
No dormiria en toda la noche si me pasara eso..
ResponderEliminarbesos
Seguramente fueron "okupas" que pasaron allí la noche ... Y si no fue eso .. yo me cambiaba de casa ...
ResponderEliminarUn cálido abrazo ( sin ruidos )
Gracias Rodericus, por tu divertido y curioso relato. No hay nada como quedarse a la expectativa de que algo suceda, causa muchas ansiedad.
ResponderEliminarun abraxo!
Serían nuestros fantasmas particulares, una vez que se desocupó el piso se instalaron ellos.
ResponderEliminarUn saludo.
Totalmente de acuerdo con Aris: fijo que eran okupas. Ahora están por todas partes.
ResponderEliminarPrefiero peunsar esta posibilidad que la otra...
Un beso.
La mente, ve, toca, escucha, saborea, siente lo que tú quieras Marilyn. ¡Me gustan tus micros!.Abrazos.
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