Abri la puerta. Nadie. Salí al pasillo y miré en ambas direcciones. Nadie. Entré. Al cerrar la puerta, me vino a la memoria cuando siendo niña tocaba la puerta del vecino para aluego esconderme a disfrutar la reacción del pobre diablo cuando saliá echando pestes por que no veía a nadie.
Lo malo es cuando salen de juerga y tocan el timbre a las cuatro de la mañana !!
ResponderEliminarTodos en agún momento de nuestra vida hemos jugado al escondite.
ResponderEliminarUn saludo.
Quien dice que la historia no se repite no sabe, en verdad, de lo que habla.
ResponderEliminarSaludos
J.
Jajaja, dicen que todo vuelve...
ResponderEliminarBesos
Que levante la mano quien no haya hecho lo mismo cuando era niño.
ResponderEliminarBesos.
Jajaja! Nos encantaba hacerlo, como a ellos hoy.
ResponderEliminarBesos, Gaby.
Jajaja, vi la foto de Gaby, al comentarte y te cambié el nombre Marilyn ¡Perdón! Besos.
ResponderEliminarısparta
ResponderEliminarnevşehir
şırnak
burdur
kars
UOX