Obsesionado con escribir el microrrelato más breve omitió el sujeto, dejó implicito el verbo, confió en que el lector intuyera el desenlace, prescindió de la coma y el punto para agilizar el ritmo. No le sorprendió que los lectores se quedaran sin palabras.
Francisco Javier Aznar Alarcón
Demasiado minimalismo, lleva sencillamente al vacío.
ResponderEliminarUn beso.
Eso se llama generar impacto. Algunos lo intentamos todo el tiempo y nunca lo logramos...
ResponderEliminarSaludos
J.
Buenísimo...un minirrelato con muchísimo ingenio. ¡Qué gran escritora eres! Un abrazo.
ResponderEliminarPara qué tanto decir para no decir nada. También quedo sin palabras.
ResponderEliminarSalu2.
Muy bueno, Marilyn. Tan breve, tan breve que se quedó sin palabras y sin mensaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lindo microrrelato (mi breve comentario)...
ResponderEliminarBendiciones..
Hola Marilyn, soy Javier Aznar, el autor del microrrelato que reseñas. Muchas gracias por haber puesto su atención en él. Aún me queda alguna palabra para ser agradecido.
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