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miércoles, 7 de agosto de 2013

EL CARTERO






¡Tún, tún! Golpeó la puerta con insistencia el cartero.
¡No estoy! contestó el fantasma, malhumorado y con su usual voz de ultratumba.

Fue tal la sorpresa del infeliz, que dejándo la carta por debajo de la puerta en la casa abandonada, murió de un prolongado e incontrolable ataque de risa.


7 comentarios:

  1. Sorprendente. Un relato cargado de ingenio. Me ha gustado mucho. Besitos.

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  2. Estupendo relato!!
    Me encanto!
    Dicen que las risas incontroladas, son lo que mas molesta a los fantasmas malhumorados.
    Saludos!

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  3. Marilyn:
    Aquí has explorado los magníficos caminos del humor negro.
    ¡Felicitaciones!
    Un gran abrazo.


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  4. Murió de la risa? XD...que "loco" la historia...me gusto, me hizo reír, y eso es mucho lograr :)
    Bendiciones...

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  5. Dicen que de algo hay que morirse, dicen.

    Saludos

    J.

    Pd: No hay forma de evitar que la música se active por sí sola?

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  6. A veces el malhumor de algunos provoca risa incontrolable en los demás.
    Salute!

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  7. Qué bueno el micro. Casi estoy por asegurar que tu fantasma era pariente de Canterville
    Besos

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