Era tan guapo, tan inocente, despertaba tanta lástima tras haber perdido a sus padres en aquel pavoroso incendio, su trauma era tan grande, que a los que le adoptaron ni se les ocurrió prohibirle que jugara con cerillas. A sus padres tampoco se les había pasado por la cabeza.
Espido Freire, Cuentos malvados
Marilyn:
ResponderEliminarHay chicos que adoran jugar con el fuego.
De hecho, un amigo mío de la infancia vivía encendiendo pequeñas fogatas. De adulto se hizo soldador y manejaba la soldadura eléctrica o la de llama (oxiacetilénica). Ya estaba predestinado...
Un gran abrazo.
Sin saber lo que en su interior guardaba
ResponderEliminarBesos linda
Vaya...hay que cerciorarse primero de lo que metes en casa y no fiarse de las caritas dulces...jejejeje
ResponderEliminarBuen micro marilyn.
Un abrazo.
Éntre más observo, encuentro más casos de daños por fuego que beneficios.
ResponderEliminarA los menores jamás se les debe enseñar a manejar fuego.
Me pudre oír de incendios por gente que deja veladoras encendidas.
Algo tan evitable si no tuviésen tantos fanatismos.
El fuego es muy peligroso, pero más lo es no conocer cómo son los niños, que esconden en su interior, una cerilla en manos de un niño es peligro seguro.
ResponderEliminarUn micro excelente que encierra una gran historia y unas complicadas personalidades, de padres e hijos.
ResponderEliminarAbrazos.
Curioso, todos cometieron el mismo error, claro que probablemente la prohibición tampoco hubiera servido de nada.
ResponderEliminarBesitos.
Y asi por los siglos de los siglos ...un buen microrelato.
ResponderEliminarMe encanta .
Qué fuerte!.
ResponderEliminarY además era demasiado tarde para avisar a los siguientes...
Un besito.
Un micro de verdad. Un gusto leerte, amiga. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Marylin, recién descubro este este sitio, siempre comento en Despierta, porque era el enlace que tenía guardado. He descubierto un lugar espléndido y sorprendente, este micro relato te heriza los pelos, relamente muy bueno.
ResponderEliminarMe quedo por aquí para seguirte con tu permiso, abrazos miles.
Buen cuento marylin...las apariencias engañan...
ResponderEliminarBendiciones...
Por otro lado, ¿por qué prohibir algo tan simple como un juego...?
ResponderEliminarSaludos
J.