Ahogaba sus gimoteos en la almohada y, ciñendo las rodillas contra su pecho, se acurrucaba temeroso de la oscuridad. La luz se encendió de pronto, exponiendo así su indefensión. Se incorporó en la cama para observar el cuarto en el que se hallaba encerrado. La austera decoración no ocultaba el estado decadente de las paredes. Las manchas de humedad esbozaban extrañas figuras que parecían tener vida propia. Recreándose en sus miedos, las sombras emergieron de la pintura agrietada y apagaron la luz.
Sara Lew
Eres mejor que Alfred Hitchcock. Besicos.
ResponderEliminarQué da miedooooo!!!!Besosssssss (por si las...voy a estar con la luz encendida jajajajaj)
ResponderEliminarMarilyn:
ResponderEliminarMuy buen relato; la ilustración, ¿es de Sara Lew?
Si así fuera, felicitaciones para ambas y un gran reconocimiento para tí, por su difusión.
Un gran abrazo.
Vaya por Dios, las caras de Bélmez cobran vida.
ResponderEliminarél estaba dentro de si mente?...
ResponderEliminarmuy buen texto..me gustó :)
Bendiciones..
Como siempre genial .. esa luz que se apaga .. uff..
ResponderEliminarUn enorme abrazo ( con luz )
Como soy seguidor de tu magníficos relatos aunque alguna vez los tiña con mi peculiar humor,me he permitido redactar mi ultimo post con la linea de los tuyos, y aunque en fondo no es un plagio, en el plano si puede dar a confusión, por eso te pido humildes disculpas por ser un burdo imitador.
ResponderEliminarUn saludo.
elperroverde
¡Qué indefensos estamos frente al miedo!
ResponderEliminarUn abrazo.
Anoche que leía y me apagaron la luz, pensé: otra vez van a empezar a obligarme a dormir cuando ellos quieran... los dejé, pocas veces les gano, así que es mejor dejarlos hacer...
ResponderEliminarImpresionante texto tan corto. Te quedó muy especial!
Abrazo.
Muy bueno, Marilyn. Terrorífico, como son siempre tus relatos. Un gran abrazo
ResponderEliminarAhora se me irán los ojos a las formas que vea por las paredes !!
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