El aullido se escuchó en todo el pueblo. Nadie dijo nada, nadie se sorprendió, ya estaban acostumbrados. Solo la luna llena guardaba el secreto de la infame maldición que pesaba sobre el licántropo que aun hoy permanece recluido en la habitación No. 666 del manicomio.
miércoles, 6 de marzo de 2013
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Marilyn, !que susto¡, al comenzar a leer pensé , ya están viendo en la tele a la Cospedal poniendo escusas,,,pero luego seguí leyendo y vi que no que ya esta recluido semejante alimaña...uff que tranquilidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
elperroverde
Jajajaja...¡Qué gracioso el comentario anterior! Pues si, allí es donde tendrían que estar recluidos más de uno. Un beso
ResponderEliminarMuy bueno Pedro H.R!. Jejeje.
ResponderEliminarDesde luego daría más susto que un simple licántropo.
Un abrazo.
Esperemos que en luna llena nadie se olvide de cerrar con doble llave la habitación 666... aunque ¿será suficiente?
ResponderEliminar¡Buenísimo Marilyn!
Querida Marilyn,
ResponderEliminartienes un arte especial para narrar,
hasta lo macabro se vuelve bello para leer.
Gracias por compartirnos tus breves relatos.
Abracitos de lunes,
y buena semana.