miércoles, 16 de enero de 2013
YA HA LLEGADO
¡Ah, el timbre! ¡Ya ha llegado! ¡Es ella! ¡Matilda! ¡Qué guapa estás! Yo diría que ese vestido rojo te sienta maravillosamente. ¿Te has hecho algo en el pelo? Sí, estás guapísima, como siempre. Me gusta ese perfume nuevo. ¿No traes maleta? Bueno, no importa. Siéntate, siéntate… ¿Quieres un té? Ah, claro, con leche. Y dos terrones de azúcar, ya lo sé… Es maravilloso tenerte de nuevo en casa, Matilda. No sé qué haría sin ti. Esta semana que has estado fuera me he sentido perdido y triste, y apenas he comido nada. Créeme: cuando te llamo “mi vida”, no exagero ni una pizca. ¿Quieres darte un baño? Ah, buena idea. Ahora te llevo toallas limpias. Hay sales perfumadas en la estantería, Matilda. ¿Las ves? Aquí te dejo las toallas… No te quedes dormida en la bañera, que te conozco. Mientras, voy a preparar algo de cena… Oh, vaya, el teléfono. ¿Sí? Dígame. [...] Oh, debe de haberse equivocado, señor. Debe de tratarse de una lamentable confusión. Con toda seguridad no se trata de mi esposa, señor, porque en estos momentos está aquí en casa, dándose un baño… Es un error, señor. Buenas noches. Matilda, acaban de llamar del tanatorio… ¡Qué confusión tan desagradable…! Decían que estabas… ¿Puedo entrar, Matilda? Matilda. Matilda. ¿Estás ahí, Matilda…?
Por Willmouse
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Lo que es la mente y más, cuando se trastoca por un dolor tan profundo.El pobre, nunca asimiló su defunción:aun sigue viva en su recuerdo.Un relato muy lindo!
ResponderEliminarAbrazos Marilyn.
Me gustó mucho tu relato, es bello.
ResponderEliminarUn beso
Hola Marilyn, también has vuelto, pero por suerte vivita y coleando... jajaja!!!
ResponderEliminarMuy buen micro, que conduce a un final inesperado.
Un abrazo
Siempre se equivocan cuando llaman, buscando a quienes se les pierden. Es muy bueno, me encantan tus relatos tan sorprendentes!!
ResponderEliminarAbrazo.
El dolor tan grande que se puede llegar a sentir con la muerte de alguien querido puede llegar a nublar razón. Muy buen relato. Un abrazo
ResponderEliminarPobrecillo!. Me ha provocado un escalofrío.
ResponderEliminarLa duda es: imaginó que su esposa estaba eb casa o realmente ella vino a despedirse de él?.
Un abrazo.
Matilda era su vida, tanto que ha perdido su mente, ya no es capaz de diferenciar la realidad del deseo.
ResponderEliminarEl dolor deja una huella muy profunda.
Un abrazo.
Ohhh por Dios!!!!!!!! me estremecíiiii, que post para tenerme en vilo wow!!!
ResponderEliminarA cuanta gente le pasa igual José... a muchas personas que la ...... se les anuncia y se les hace presentes...
Gracias por visitar mi faro un abrazo :*
Qué situación la del pobre hombre,
ResponderEliminares una premonición terrible!
Excelente relato, cautivante!
Abrazos cálidos querida Marilyn.
Marilyn:
ResponderEliminarEl fantasma ha vuelto a casa, ¿estaba de paso?
Muy inquietante cuento. Está muy bueno.
Un gran abrazo.
Hola Marilyn! Muy buena historia me gusta
ResponderEliminarSiento no haber entrado últimamente en tu espacio, no tengo ganas de entrar últimamente en el blog, desde la muerte de mi madre que ara dos meses el 25 no se me apetece nada la verdad pensé que era mas fácil pero cuanto mas días pasan mas difícil se me hace, no verla
y mil besos para ti preciosa
Qué es lo qué ocurre entonces?
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