EL ESPEJO

Cuando Vanessa se miró en el espejo se percató de que el maquillaje que estrenaba acentuaba sus ojos otorgándole a su mirada brillo y profundidad. Se apartó un poco para mirarse de cuerpo entero. Lucia un vestido corto negro ceñido al cuerpo. Se dió media vuelta, y una vez de espalda admiró el pronunciado escote que acentuaba su diminuta  cintura. ¡Estaba elegantísima!  Salió del dormitorio camino a la sala cuando escuchó una explosión que parecía venir del dormitorio.   Se devolvió rápidamente, y para su estupor, el espejo se había hecho añicos. ¡Dios mío!, dijo horrorizada. Miró fijamente los pedacitos de espejos esparcidos por toda la habitacíon y un sentimiento de profunda tristeza la embargó. Se dejó caer sobre la cama y cerró los ojos, se mantuvo quieta unos segundos, mientras tanto, por su mente retumbaban las palabras de su madre, "Un espejo roto equivale a siete años de mala suerte.