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sábado, 26 de mayo de 2012
EL TIC NERVIOSO
Entró con prisa a la habitación. Abrió la caja y sacó: 2 látigos, 1 cadena, 2 poleas, cuchillas, 2 sierras quirúrgicas, y otros instrumentos creados por él. Se lavó las manos meticulosamente con jabón desinfectante y se miró al espejo. El ojo izquierdo le palpitaba intermitente tenía un tic nervioso; en el derecho un rasguño. Sacó del botiquín el frasco de antiséptico y sobre la pequeña herida puso un poco del líquido transparente, al hacerlo hizo un mueca de dolor gritando "¡Ay!"..... Cerró el medicamento asegurándose de enroscar bien la tapa y lo guardo nuevamente en el botiquín justo a una pulgada del frasco de aspirinas. "¡Uy! Estaba agotado.... Su trabajo era estresante, pero le encantaba. Un rush de adrenalina le recorría el cuerpo cada vez que abría la caja de herramientas. Miró hacía la cama, alisó las arrugas del endredón y luego recogió unos trastes que había encima de la mesa. Corrigió la posición de varios cuadros que parecían torcidos, y alineó unos libros que estaban fuera de su lugar exacto. Prendió el radio y lentamente caminó hacia el balcón y se sentó a escuchar su programa favorito de música clásica. Todos los días hacía lo mismo, era como un ritual: verificar el número de herramientas y limpiarlas, lavarse las manos meticulosamente, mirarse al espejo, abrir el botiquín, ponerse liquido antiseptico sobre la herida o heridas, cerrar fuertemente el frasco medicinal y guardarlo en el botiquín, alisar las arrugas del endredón, recoger los trastes de encima de la mesa, corregir la posición de los libros y escuchar música clásica sentado en el balcón hasta que sonara el teléfono para recibir órdenes superiores que provenían de su mente. Esta vez el teléfono no sonó. Mientras escuchaba "Las Cuatro Estaciones" de Verdi su mirada se encontró con la mirada de la nueva inquilina del piso de enfrente. El parpado izquierdo le empezó a temblar haciendo que rápidamente cerrara y abriera el ojo. Ella le devolvió el guiño. Hubo una corriente de simpatía entre ambos. Entonces el visualizó la nueva cuchilla de mango azul que recien había comprado.
Muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
Pobrecilla si supiera lo que le espera...!
ResponderEliminarUn abrazo Marilyn!
Para fiarte del vecinito conquistador.
ResponderEliminarUn abrazo.
Marilyn:
ResponderEliminarCon este relato nos pusiste en la senda hacia las aventuras de un émulo de Jack the Ripper.
Escalofriante, parece que te inspiró el genial Edgar Allan Poe.
Por las dudas: cierra bien tus ventanas...
Un saludo tétrico.
¿Un asesino en serie?
ResponderEliminarUn saludo
¡Me he quedado de piedra! ¡Cualquiera se fía ya de los guiños e ojos!
ResponderEliminarUn beso
Intensa que estás. Besos.
ResponderEliminarAl menos se lavaba las manos...
ResponderEliminarMuy conseguido, Marilyn. Mantiene el interés y está bien escrito. Felicidades.
Y aprovecho para felicitarte también por el blog.
Nos leemos, un abrazo.
da nervios de pensarlo
ResponderEliminarLos pelos de punta, ¿cómo fiarse? Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo Marilyn!
Hola. Te devuelvo la visita. Gracias por dejar la dirección: pude conocer tu página.
ResponderEliminarNos oímos, nos leemos.
Salu2.
Javier.
¿Qué pasará? Hay que ver como un guiño inconsciente provoca una respuesta y lo que la vecina no imagina...
ResponderEliminarMuy buena la conclusión.
Un saludo.
Hola, Marilyn, me gustó esta entrada, bien logrado el texto.
ResponderEliminarMe llamó la atención no verme entre los seguidores, ya que entré otras veces aquí, sea como fuere, volví a apuntarme.
Un abrazo.
HD
wow!! I love it!! I love the idea of following this character, I never been so intrigued like this in spanish jajaja, look all this awesome feedback, I love you, I've been lost for a while, I'm back!
ResponderEliminarMe ha gustado Marilyn.
ResponderEliminarTal vez solo pensara en asearse para estar más presentable. Afeitarse con su nueva maquinilla de mango azul.
Noooooo! Marilyn me pones los nervios de punta!!!!
ResponderEliminarTus historias son asi, me asustan pero me gustan...
Saludos desde mi calurosa tierra.