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miércoles, 1 de febrero de 2012

CAFE CON LECHE

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Las niñas corrían agarradas de la mano calle arriba y calle abajo muy ajenas a los prejucicios raciales que antaño existían en la isla caribeña.  Una era blanca como la leche y la otra morena como el café, de ahí, que todos los vecinos al verlas pasar comentaban "ahi van cafe con leche".

"Cafe" había llegado del campo un verano por encargo de doña Clotilde, una señora muy rica y distinguida de la ciudad.  Era costumbre en aquella época traer  niñas o jóvenes pobres a la ciudad para ayudar en las tareas del hogar. Además, "leche" era hija única y se andaba quejando de no tener con quien jugar.

El encuentro entre ambas niñas fue impresionante, ambas se confundieron en un caluroso abrazo, como si se hubieran conocido de toda una vida, como si fueran hermanas. Todos en la casa estaban contentos e impresionados ante tal extraño suceso.  Asi creció el afecto y el cariño de ambas, entres risas,mimos, juegos, y lágrimas; estas última, las que tuvieron que derramar cuando muy pronto se dieron cuenta de que la sociedad les impondría roles distintos, rumbos diferentes, impregnados de paradigmas raciales dificiles de superar.

Transcurrieron unos 40 años antes de que Café y Leche volvieran a reencontrarse y para ello convinieron reunirse en una cafetería del vecindario que las vio crecer y que aún se mantenia en pie. Ambas estaban nerviosas, pues cada una habia vivido circunstancias disímiles.  Leche toda una aristócrata y Cafe una humilde mujer curtida por el arduo trabajo del campo y por los avatares del tiempo.  Cuando Leche la alcanzó a ver,  con el corazón acelerado caminó hacía Café y la abrazo largamente como la primera vez.  Café lloro de alegría, y no pudo pronunciar palabra alguna. Así permanecieron un largo rato, hasta que un anciano, el dueño de la cafeteria, reconociéndolas  exclamó:  ¡Cafe con Leche!  Entre risas y lagrimas celebraron el encuentro poniendose de manifiesto que la amistad y el afecto pudo más que unos rancios prejuicios sociales.

9 comentarios:

  1. Un tierno relato que demuestra que entre los seres humanos las diferencias solo están en nuestra manera de pensar. No tienen valor ninguno. Que tengas un buen día

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  2. Pues yo opino como hada de los cuentos, no existen diferencias entre los seres humanos, y la mejor manera de terminar con ellas es abriendo el corazón a todas las demás personas, sean de nuestro color, de otro, de nuestra cultura, de otra, de nuestro pais, de otro, de nuestra religión, de otra, de nuestra forma de pensar, de otra... todo eso se rompe con la amistad, asi que sin barreras, que la vida son encuentros en la igualdad.

    Mil besitos

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  3. Por desgracia, seguira ocuriendo. Siempre pensamos que somos mejores que nuestros vecinos.

    Un saludo.

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  4. Especialmente en la niñez no existen prejuicios que impidan el afecto, luego la sociedad se encarga de los clichés. Qué buen reencuentro.

    Saludos.

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  5. Y ojalá que siempre pueda más; tanto sea para la penumbra o la luz la infancia es un territorio de inocencia,,, el resto (el tiempo restante) suele ser la pérdida de eso, de la inocencia.

    Incluso algunos, a esa pérdida le llaman educación.

    Un abrazo.

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  6. El amor puede vencer los prejuicios, atravesar fronteras, y unir los corazones, sin importar raza ni color.
    Muy lindo relato.
    Besos

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  7. Tantos prejuicios (de todo tipo) que existen actualmente. Lo mejor es tener una mente abierta, pero eso si enmarcada en los valores y el respeto.

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  8. "No hay silencio negro, ni llanto blanco, ni llanto blanco
    hay solamente silencio y llanto, silencio y llanto
    No hay campo negro, hay campo blanco, hay campo blanco
    hay un campo inmenso para sembrarlo, para sembrarlo
    no hay quejido negro, ni canto blanco, ni canto blanco
    hay solamente quejido y canto, quejido y canto..."

    Un saludo.

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  9. Lo has escrito tu?? Es una historia preciosa!! Me encanta

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